Milei se encontrará con Trump en Mar-a-Lago para analizar la agenda internacional y profundizar las relaciones personales

Milei se encontrará con Trump en Mar-a-Lago para analizar la agenda internacional y profundizar las relaciones personales

El mandatario argentino despegó esta madrugada para participar con el presidente electo de Estados Unidos en la Conferencia Política de Acción Conservadora, un escenario que convoca a inversores, banqueros y futuros miembros de la administración republicana

 
Javier Milei y Donald Trump se encuentran hoy en Florida, Estados Unidos, adonde tratarán la situación internacionalJavier Milei y Donald Trump se encuentran hoy en Florida, Estados Unidos, adonde tratarán la situación internacional

(Desde Mar-a-Lago, Estados Unidos) Javier Milei Donald Trump protagonizarán hoy un encuentro informal en Mar-a-Lago, adonde está convocada la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), que reunirá durante las próximas 72 horas al poder de Estados Unidos que apostó por la victoria del candidato republicano en las elecciones presidenciales del pasado 5 de noviembre.

Milei partió esta madrugada desde Buenos Aires junto a la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, y será recibido por el canciller Gerardo Werthein en el aeropuerto de Palm Beach West. El Presidente y su acotada comitiva se alojará en un hotel a escasos kilómetros de la residencia que Trump posee en Mar-a-Lago.

El jueves a la tarde hay un coctel exclusivo para 300 personas que son invitados especiales del presidente electo. Allí habrá un primer contacto con Trump, que como Milei, es orador en la CPAC.

Además de la cita informal con el próximo presidente de los Estados Unidos, Milei dialogará con Elon Musk, que tendrá un cargo clave en la administración republicana y se transformó en el principal consejero de Trump.

Musk volteó la designación de Mike Pompeo como secretario de Defensa, y en Mar-a-Lago se convirtió en la sombra de Trump. La familia del presidente electo lo llama “tío”, y durante la conversación reservada entre Trump y Volodímir Zelenski, el dueño de Tesla participó como si fuera un consejero de seguridad nacional.

Karina Milei, Javier Milei, Elon Musk y Gerardo Werthein durante su último encuentro en New YorkKarina Milei, Javier Milei, Elon Musk y Gerardo Werthein durante su último encuentro en New York

Trump utiliza su mansión allí como si fuera la Casa Blanca. Mantiene reuniones con sus principales asesores, recibe visitas internacionales, juega al golf con sus amigos y pasa muchísimo tiempo frente a su computadora personal para revisar documentos secretos y tomar decisiones de estado.

El domingo pasado, por ejemplo, se encontró con Ron Dermer -ministro de Asuntos Estratégicos de Israel- para tratar la situación en Medio Oriente. Y horas después mantuvo un cónclave con sus consejeros para definir las nominaciones en la Secretaría de Defensa y en el Consejo de Seguridad Nacional.

“El presidente quiere quedarse en Mar-a-Lago. Viajó a DC (ayer) por la reunión con (Joe) Biden. Y ya todos se dieron cuenta de que estar acá es muy importante. La gente se multiplica de jueves a la noche hasta el domingo tarde. Están dando vueltas, van a la piscina y juegan al golf. Y aprovechan la oportunidad para cambiar un diálogo con el presidente o compartir unos minutos con Elon (Musk)”, comentó a Infobae un habitué de las tertulias republicanas en el condo de la familia Trump.

Donald Trump tiene una agenda apretada en Mar-a-Lago: se reúne con sus asesores, dialogó con líderes mundiales, prepara sus primeras medidas de gobierno y juega al golf con sus amigos republicanosDonald Trump tiene una agenda apretada en Mar-a-Lago: se reúne con sus asesores, dialogó con líderes mundiales, prepara sus primeras medidas de gobierno y juega al golf con sus amigos republicanos

Milei se reunirá con Trump y tendrá un primer contacto informal con J.D. Vance, vicepresidente electo de Estados Unidos. Asimismo, el mandatario argentino se encontrará con importantes CEO´s y banqueros que cavilan sobre la posibilidad de invertir en el país.

En estas charlas sin protocolo establecido, Milei tiene una ventaja estratégica: será visto al lado de Trump, que el próximo 20 de enero ocupará la Casa Blanca.

¿Cómo será la conversación con Trump?-, preguntó Infobae a un influyente miembro del gabinete nacional.

-Será la charla entre dos amigos que se encuentran, se respetan y se admiran-, contestó.

-¿El Presidente lleva un temario al encuentro?

-No. Es una charla abierta, no es una reunión bilateral. Hay afinidad ideológica y personal, eso define el temario.

Cuando termine el coctel en Mar-a-Lago, Milei regresará a su hotel junto a Karina Milei y Werthein. Al otro día, el presidente expondrá ante los invitados especiales de la CPAC. Su intención es plantear cómo piensa el mundo y cómo observa la actual agenda internacional, que está atravesada por la guerra en Ucrania, el conflicto en Medio Oriente y la permanente ofensiva global de China.

El viernes a la noche regresa a Buenos Aires.

Acuerdo de libre comercio con EEUU: qué impacto tendría sobre la economía argentina y el vínculo con el Mercosur

Acuerdo de libre comercio con EEUU: qué impacto tendría sobre la economía argentina y el vínculo con el Mercosur

El acceso a nuevos mercados y la llegada de inversiones extranjeras son el objetivo primordial pero algunos sectores enfrentarían fuertes costos. Los riesgos y las posibilidades reales de una negociación bilateral

 
 
En septiembre, el Presidente Javier Milei participó del tradicional toque de campana en la Bolsa de Nueva York. (Photo by ANGELA WEISS / AFP)En septiembre, el Presidente Javier Milei participó del tradicional toque de campana en la Bolsa de Nueva York. (Photo by ANGELA WEISS / AFP)

La victoria de Donald Trump en Estados Unidos no sólo tiene y -se espera- tendrá impacto para la Argentina en el plano financiero sino que también en las relaciones comerciales, su advenimiento como próximo presidente podría determinar un cambio para la Argentina y el Mercosur. El mandatario argentino, Javier Milei, expresó hoy su intención de firmar un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, lo que podría tener implicaciones significativas para ambos países, por las que se puede abrir una ventana de oportunidades a la par que de conflictos con el bloque regional.

La idea de avanzar en un tratado de libre comercio con el país del norte ya había sido explorada por la Argentina bajo gestión de Mauricio Macri en 2019, en conversaciones con Brasil, durante la presidencia de Jair Bolsonaro. La sintonía entre los tres presidentes generaba un marco propicio para esa iniciativa. Sin embargo, ninguno de los tres duró en sus cargos y la pandemia impuso otras prioridades.

Con Milei en la Casa Rosada y su fuerte impronta liberal (también) en materia de comercio exterior, las negociaciones podrían tomar renovado impulso. ”Podemos avanzar en mayores acuerdos comerciales con Estados Unidos”, aseguró Milei, al tiempo que agregó que lo mismo puede ocurrir con China.

Existe, con todo, un condicionamiento no menor: la pertenencia de la Argentina como uno de los principales miembros del Mercosur entra en conflicto con una negociación unilateral con cualquier otro país. Esto porque el país debe asegurarse de que cualquier acuerdo bilateral no discrimine a los otros miembros del Mercosur y que se mantenga la armonización de las políticas comerciales dentro del bloque, Por eso, el Mercosur tiene mecanismos para la resolución de disputas y la defensa de sus intereses comerciales, lo que garantiza que los acuerdos bilaterales no afecten negativamente a los demás miembros. De hecho, hasta el momento, todas las negociaciones se llevaron adelante entre bloques, como el caso del acuerdo Unión Europea-Mercosur, y no entre países. Para el bloque sudamericano, que aún no alcanza el libre comercio entre sus propios integrantes, cualquiera de esas tratativas es, en conjunto, un desafío mayúsculo.

Esto porque un tratado de libre comercio implicaría, esencialmente, la eliminación de barreras comerciales entre países para la importación de productos, como impuestos, aranceles y trabas para-arancelarias. Claro que en cada tratado se discuten plazos de implementación y también eventualmente diferenciación entre sectores para permitir su adecuación a las nuevas reglas de competencia que supone abrir la economía a competidores extranjeros.

En contrapartida, un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos podría traer múltiples beneficios para la economía argentina ya que permitiría el acceso preferencial de productos argentinos al mercado estadounidense, eliminando o reduciendo aranceles que actualmente limitan la competitividad de las exportaciones argentinas en ese país. Esto podría impulsar sectores clave como el agroindustrial, altamente competitivo, lo mismo que el tecnológico y de la energía. Idealmente, la apertura del mercado estadounidense podría fomentar la transferencia de tecnología y conocimiento, fortaleciendo la capacidad productiva y competitiva de las empresas argentinas

Además, la eliminación de barreras comerciales podría atraer inversiones extranjeras directas a Argentina para mejorar la infraestructura, lo que podría redundar en un aumento del empleo.

Pero los riesgos y desafíos no son menores. Para empezar, la economía argentina se caracteriza por su volatilidad y dependencia de sectores primarios, lo que implicaría enfrentar dificultades para competir con productos estadounidenses en ciertos mercados. La liberalización comercial podría llevar a una mayor primarización de la economía, concentrando la producción en sectores de bajo valor agregado, Asimismo, la apertura del mercado podría afectar negativamente a industrias locales que no están preparadas para competir con productos importados más baratos. Esto podría resultar en la pérdida de empleos en sectores vulnerables y aumentar la desigualdad económica.

Por lo pronto, los principales productos que exporta la Argentina a Estados Unidos son petróleo crudo, oro y aluminio. En conjunto representan casi la mitad de todo lo que el país le vende al mercado norteamericano mientras que los otros productos son naftas, vinos, carne, carbonato de litio, miel y, por supuesto, limones. En el primer semestre de este año, las exportaciones alcanzaron unos USD 3.500 millones, 8% del total de ventas externas argentinas, lo que hace que estén en línea con el promedio anual de los últimos años.