El segmento «nunca votaría» preocupa al oficialismo y a la oposición en segunda vuelta, o si la polarización crece después de las PASO.
Falta menos de un mes para el primer round de las elecciones 2019. De cara a las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del domingo 11 de agosto, todos los análisis se enfocan en la intención de voto de cada candidato y en la posibilidad de que Mauricio Macri y Alberto Fernández disputen el balotaje. En ese marco, las encuestas de las principales consultoras argentinas comenzaron a destacar un dato que será clave en una eventual segunda vuelta: el nivel de rechazo que muestra cada fórmula en carrera por la presidencia. El «voto rechazo» o «voto probable» cobra relevancia cuando los electores que no optaron por las dos principales opciones (Juntos por el Cambio y Frente de Todos) se vean obligados a elegir entre ambos. Este escenario sería el de la posible segunda vuelta del 24 de noviembre, pero también cobraría fuerza si el resultado fuese muy polarizado en las PASO y crecieran las chances de alguno de los dos candidatos de ganar en las generales del 27 de octubre, lo que transformaría a la primera vuelta en un virtual balotaje. En esos casos, el votante podría elegir una opción no por preferencia, sino para evitar que se consagre la fórmula que no se quiere que triunfe.
La tendencia de los últimos cuatro meses es que creció el rechazo a Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner y bajó el de Mauricio Macri-Miguel Angel Pichetto. Así lo muestra una encuesta nacional de Synopsis Consultores de 2260 casos tomados con metodología IVR, realizada entre el 11 y el 13 de julio, que midió una variación de cinco puntos en ambos casos. Para Synopsis, el porcentaje de quienes «no quieren» que gane el oficialismo se redujo del 49% en abril a un 44,6%, y quienes no quieren que gane el kirchnerismo pasaron de un 43,8% a 48,6% con un margen de error de más menos 2. Cifras similares, aunque con menor brecha, recoge la encuesta de Sastisfacción política y Opinión Pública de la Universidad de San Andrés (1008 casos entre el 2 y el 11 de julio). Ante la consulta de a quién «seguro votaría» «podría votar», «nunca los votaría», la fórmula de Juntos por el cambio suma un 44% de rechazo y el Frente de Todos llega al 47%.
«Empezamos a ver el escenario por el reverso, porque entendíamos que nos encaminábamos hacia una segunda vuelta: ahí la definición está en el voto más blando, el voto probable, que está forzado a elegir a una opción», explica a PERFIL Lucas Romero, director de la consultora. Ese voto «rechazo», sostiene, no es de preferencia, sino que se termina optado por lo «menos malo» y se elige el candidato que permite evitar el voto que uno no desea. «La pelea por una segunda vuelta es una pelea por un voto probable o difícil, en ese punto termina siempre prevaleciendo el rechazo por el otro», agrega Romero. La encuesta nacional de Synopsis analiza también el rechazo de los principales candidatos entre quienes eligen en primera instancia a otras opciones, como Roberto Lavagna-Juan Manuel Urtubey, José Luis Espert-Luis Rosales, Nicolás Del Caño-Romina del Plá, y los indecisos. De ese universo, un 58% «no quiere» que gane la elección Fernández-Kirchner, mientras que un 25,6% no quiere que gane Macri-Pichetto por un segundo mandato.
«Lo importante será qué porcentaje de esos votantes podrían migrar hacia los dos principales espacios, o si sostendrán su voto por una tercera opción», advierte el director de Synopsis sobre el panorama post-PASO. Si el escenario es de paridad, el incentivo para migrar a un voto «útil» (para evitar que gane la fórmula que se rechaza) podría tomar fuerza. «Si la elección es muy pareja, el riesgo de que suceda es mayor», considera. Según el análisis de Synopsis, eso explica por qué Macri repunta en un escenario de segunda vuelta aunque pierda en las primarias o las generales. «Hay mucha más resistencia al regreso del kirchnerismo al poder que a la idea de continuidad de Macri», opina Romero. «En este contexto económico, si la oposición se hubiera renovado y no estuviera tan vinculado a la gestión anterior, probablemente estaríamos en un escenario de clara derrota del Gobierno», afirma. En sus palabras, «lo más difícil de explicar es cómo con esta economía Macri tiene chances de ganar», y lo atribuye al rechazo a la fórmula de los Fernández.
Raúl Aragón de Raúl Aragón & Asociados cuestionó que los niveles de rechazo sean tales. «¿Cuál sería la explicación? No mejoró la economía, mejoró el riesgo país. Que el dólar esté planchado el único efecto es que en los medios se deje de hablar tanto del tema. No tiene asidero», apeló ante la consulta de este medio. Para Aragón, «no hay variable explicativa para que aumente el rechazo a la fórmula Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner». En el último relevamiento nacional de la consultora que dirige Aragón (2500 casos con metodología CATI) hay una diferencia de 6,1% a favor del kirchnerismo en las PASO. «En una proyección del 14,2% de indecisos, nunca votarían a Macr-Pichetto el 29,2% (representan un 4,5%) y quienes nunca votarían a Alberto Fernández-Fernández de Kirchner ascienden al 33,3% (4,7%), la diferencia es mínima», contrapone. Este escenario se calcula con un margen de error de más menos 2,1. Respecto a cómo pueden los indecisos eventualmente optar por migrar su voto hacia la opción que consideren «menos mala», explica que se trata de «un análisis muy coyuntural, y que tiene efectos muy relativos en situaciones muy particulares». «Sí tiene mucho efecto en los mercados, que le tienen mucho respeto a las encuestas», asume.
Fuente: Perfil.com