Fueron suspendidas sesiones que se anticipaban tensas: criptogate en Diputados y Ficha Limpia en el Senado. También aplazaron movidas fuertes de Milei en la Ciudad de Buenos Aires y en Provincia. Batallas pendientes y la señal alarmante de la agresión a la vicepresidente

La conmoción por la muerte del papa Francisco impuso compromisos de tregua casi total en la política doméstica. Impactó de tal modo que superó por creencia o necesidad las miradas reducidas a la lectura local de cada gesto del jefe de la Iglesia Católica, que sin dudas gravitó desde Roma pero trascendió a escala mundial. Se impuso el sentido común -no al punto de reales mensajes antigrieta- y se suspendieron batallas que prometían tensión en ascenso: la agenda del Congreso, marcada por el criptogate y el proyecto de Ficha Limpia, y los movimientos electorales.
Se trata de postergaciones, básicamente de una semana. Pero incluso en estas horas, no desaparecen las pulseadas ni otras señales, aunque con cuidados de hacerlas menos ruidosas, sobre todo en la provincia de Buenos Aires. Tienen foco en la interna del peronismo/kirchnerismo y también en la relación entre los libertarios y el PRO, con la mirada puesta en el desdoblamiento electoral y a la espera de que Axel Kicillof y el núcleo K terminen de saldar la suspensión de las PASO provinciales.
Vale un par de ejemplos. El primero tiene que ver con la herida abierta entre el gobernador y Cristina Fernández de Kirchner, que expone la disputa por el adelantamiento de las elecciones provinciales para septiembre y -en el fondo, centralmente- la discusión de poder interno con la perspectiva del 2027. La ex presidente tuvo que digerir el desdoblamiento de comicios, pero no le hace fácil el camino a Kicillof. Lo complicó con el Presupuesto y la ley fiscal. Y le muestra su capacidad de juego frente a cada paso en la Legislatura.
En principio, se había avanzado con la idea de sesionar este miércoles en la Cámara de Diputados bonaerense para sancionar la suspensión de las PASO en trámite veloz y subordinado a un homenaje a Francisco. Pero en las últimas horas del martes, resurgieron las dudas y cálculos menores sobre la posibilidad de garantizar el trámite legislativo.
El otro ejemplo, de más bajo perfil, refiere a la difícil interna amarilla frente a la velocidad que va tomando la carrera provincial. En esa línea, la semana arrancó con un encuentro de legisladores e intendentes bonaerenses para tratar de acercar posiciones. El cuadro enfrenta a los más jugados a un entendimiento con los libertarios -en primera línea, Diego Santilli y Guillermo Montenegro, con idas y vueltas en su propio distrito- y quienes ponen condiciones, más cercanos a Mauricio Macri. Desde LLA, tensan la cuerda hablando de sumar nombres del PRO de manera individual y desde el macrismo demandan un trato partido a partido, incluso abierto a otros espacios. Pesa, por supuesto, la batalla porteña, anotada para el 18 de mayo.
Milei postergó un par de movimientos fuertes en clave de campaña. Serán rearmados la semana que viene, al regreso del viaje a Roma para asistir a los funerales del Papa. Viajará acompañado por Karina Milei, Guillermo Francos y Gerardo Werthein. Además de la secretaria general, el jefe de Gabinete y el canciller, integran la comitiva otros funcionarios –Patricia Bullrich, Manuel Adorni– cuyas presencias exponen más señal política que protocolo.
El Presidente suspendió sus actividades de esta semana. En esa agenda sobresalían dos asociadas a la disputa electoral. En la provincia de Buenos Aires, estaba previsto un encuentro libertario con mucha presencia de funcionarios, legisladores y dirigentes locales. La participación central de Milei le daba sentido de mensaje fuerte y directo sobre todo a posibles socios. Más presión, frente a la referida pelea doméstica del PRO. Un capítulo que sigue abierto.

La suspensión de la actividad presidencial también incluyó el debut directo en la campaña porteña. Estaban previstas dos actividades con Adorni, luego del primer mensaje público de respaldo a la candidatura: un quiebre profundo con el macrismo y un gesto de apoyo amplio de Olivos frente a la lectura limitada al juego de su hermana. La agenda sería retomada a mediados de la semana que viene.
La decisión de aplazar movimientos de campaña, o bajar el nivel de exposición, fue una decisión generalizada entre los candidatos, en primer lugar Leandro Santoro y Silvia Lospennato. El candidato del peronismo busca mantener el lugar que le asignan variadas encuestas, con imagen alejado de la anterior gestión nacional y de CFK, y la representante del PRO intenta, sobre todo, aumentar niveles de conocimiento de su perfil, más asociado a su exposición como diputada nacional, como en el caso de Ficha Limpia.
Ese proyecto sigue en el plano de la incertidumbre. El oficialismo había decidido apurarlo en el Senado, a modo de reacción por el fracaso de los pliegos promovidos para la Corte Suprema. Lo reducía así a la confrontación con CFK. Hubo reclamos del PRO y otros espacios para llevarlo al recinto recién cuando estuviesen asegurados los votos. Ese panorama parece más claro por el giro de dos senadores santacruceños, aunque los números asoman muy ajustados.
Aún con margen estrecho y temores no despejados totalmente sobre intentos de modificaciones del proyecto -y el consiguiente camino de regreso a Diputados-, el Senado había anotado la convocatoria para esta semana. La sesión fue reprogramada, en principio para los primeros días de mayo, y este jueves los senadores realizarán un homenaje al papa Francisco.
Algo similar descomprimió la situación en Diputados, que pasó para la semana que viene las interpelaciones por el criptogate y la puesta en funcionamiento de la comisión investigadora, luego de los bochornosos reacomodamientos para integrarla. La convocatoria de funcionarios tenía asegurada la asistencia de Guillermo Francos y Mariano Cúneo Libarona. En cambio, Luis Caputo había anticipado que no concurriría porque ya estaba agendada su participación en el próximo encuentro del FMI. Se verá cómo sigue ahora.
Un solo hecho alteró el clima de distensión política aún como hecho pasajero: la agresión sufrida por Victoria Villarruel al final de la misa en la Basílica de San José de Flores. Fue un hecho aislado, una provocación de un grupo menor. Alcanzó para recordar que los discursos de intolerancia pueden tener consecuencias graves.
FUENTE: INFOBAE