El Gobernador, en Cafayate, una vez más apostó a construir puentes con el gobierno nacional de Javier Milei. “Tenemos la obligación de resolver los problemas de la gente, no los problemas de la política”, reflexionó.
En la edición 50 de la Serenata a Cafayate, el gobernador, Gustavo Sáenz, dijo presente para acompañar a salteños y turistas en el gran evento que desde hace medio siglo convoca a figuras de renombre del folklore argentino y se convirtió una de las apuestas más importantes del país.
En la oportunidad y abordado por la prensa, el mandatario provincial se refirió a la tensionada relación entre las gobernaciones provinciales y Casa Rosada, que luego del fracaso de la Ley Ómnibus alcanzó un grado importante de conflictividad de ambas partes.
“Donde nació la Patria, desde aquí, desde donde Güemes y sus gauchos dejaron su sangre para la independencia, para nuestra soberanía, desde aquí con humildad le pedimos al Presidente, que una vez por todas, empecemos a dialogar y a ponernos de acuerdo”, empezó sus declaraciones Gustavo Sáenz.
En ese sentido, el mandatario provincial consideró que lejos de peleas y descalificaciones, la gente –que la está pasando mal con la crisis- espera “grandeza” entendiendo que “aquí nadie se salva solo y que tenemos que trabajar todos juntos”, dijo.
En su alocución, Sáenz sostuvo que es importante el “gran acuerdo nacional”, enfatizando en el respeto por la voluntad popular, tanto en la presidencia como las gobernaciones.
“Tenemos la obligación moral, la obligación cívica y la obligación política de tener la suficiente madurez para darnos cuenta que la gente no la está pasando bien”, planteó.
“Tenemos la obligación de resolver los problemas de la gente, no los problemas de la política”, concluyó el gobernador Gustavo Sáenz.