El Sindicato de Peones de Taxis cuestionó que el porcentaje de aumento anual obtenido sea del 80%, mientras que el resto de trabajadores del sector público, llegó a un 93%.
El directorio de la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMT) autorizó la readecuación tarifaria de los servicios de taxis y remises en la ciudad de Salta. La nueva tarifa, que registra un incremento del 33%, entrará en vigencia a partir de las cero hora de este martes 15 de noviembre.
Sin embargo, un sector de los taxistas manifestó su disconformidad con esa disposición. El Sindicato de Peones de Taxis (Sipetax) consideró que «el aumento del 33% es insuficiente», en palabras de su secretario adjunto, Héctor Agüero, quien resaltó que el porcentaje de aumento anual que obtuvieron fue de un 80%, mientras que el resto de trabajadores del sector público llegó a un 93%, como es el caso de los docentes.
«El taxista también responde al sistema público de transporte, pero ahora vemos que el resto de los empleados del sistema público está arriba del 90% (en sus aumentos), mientras que nosotros no llegamos a superar el 80%», cuestionó.
La primera readecuación fue a fines de mayo. Para ese momento, el directorio de la AMT comunicó que sería del 47% y estaría divida en dos etapas, un 31% a aplicarse desde el 21 de mayo, y el 16% restante a partir del 1 de septiembre. Agüero insistió en que tienen el derecho a percibir el mismo incremento que el resto de los trabajadores.
También cuestionó que el presidente de la AMT, Marcelo Ferraris, cargue a los taxistas la responsabilidad de ir a buscar los porcentajes de aumento en los insumos que utilizan, como baterías o cubiertas. «No tiene que pesar en nosotros la carga de la prueba, como si no fuese de público conocimiento cómo están las cosas», expresó, en referencia a la situación inflacionaria que sufre el país, y que no sólo afecta al mantenimiento de los vehículos, sino también a la suba del combustible. A principios de noviembre se vivió el quinto incremento del año para las naftas y el sexto para el gasoil.
El transporte impropio, que reúne a taxis y remises, tiene dos momentos de readecuaciones tarifarios establecidos en sus normas, en junio y diciembre; pero el incremento dispuesto para fin de año, se dio la semana pasada porque los diferentes sectores de trabajadores públicos ya habían establecido las paritarias. En tal sentido, el sector de taxis solicitó a fines de octubre una pronta readecuación tarifaria.
De acuerdo a lo comunicado por AMT, la nueva tarifa de taxis quedará establecida de la siguiente manera: para horario diurno, la bajada de bandera será de $132 y una ficha cada 100 metros o minuto de espera a $13,20; mientras que para el horario nocturno y feriados, la bajada de bandera quedó en $142 y la ficha cada 100 metros o minuto de espera será de $14,20.
En cuanto al servicio de remises la nueva tarifa será: para el horario diurno, una bajada de bandera de $134,40 y una ficha cada 100 metros o espera a partir de un minuto a $13,30. Para el horario nocturno, se autorizó una bajada de bandera de $144,40 y una ficha cada 100 metros o espera a partir de un minuto de $14,30.
El organismo provincial dispuso que todos los vehículos afectados a la prestación del servicio de transporte impropio deberán exhibir en el respaldo trasero del asiento del conductor el nuevo cuadro tarifario autorizado por la AMT. Además, los taxistas y remiseros tendrán hasta el 15 de diciembre para realizar los cambios en los relojes del servicio impropio.
Aún así, el secretario adjunto del Sipetax anticipó que «hasta diciembre va a volver a aumentar el combustible». En su caso, contó que para cargar un tubo de gas de 10 metros -que le rinde 5 horas- invierte más de $900. En 12 horas de trabajo por día, llega a gastar $2.160. «Tengo compañeros que llegan a trabajar 16 horas porque no les alcanza», agregó.
A esa situación sumó la precariedad laboral a la que están expuestos, puesto que no tienen aseguradora de riesgos del trabajo (ART) ni obra social, ni están registrados formalmente.
Además, Agüero dijo que desde 2012 cuentan con un «seguro de chofer» que se dispuso desde la AMT, pero «que nadie puede cobrar más allá de que han sufrido siniestros viales». «En ningún momento podemos hacer uso del beneficio porque el entramado es tal que no sé qué tiene que pasar para utilizarlo», sostuvo al tiempo que indicó que ese seguro no reemplaza la necesidad de tener una ART. «Entendemos que si hay un seguro también hay un contrato consensual entre las partes, pero a nosotros se nos impuso ese seguro que es de accidentes personales», aseguró.
Fuente: Pagina 12